El flúor es un elemento químico de la tabla periódica, mineral producido naturalmente que ayuda a prevenir la caries en niños y adultos al hacer la superficie más externa de los dientes (esmalte) resistente a los ataques de los ácidos que causan las caries.
El flúor nos ayudará a remineralizar tanto el esmalte dental, como al mantenimiento de estructuras óseas y a prevenir la caries dental; se puede administrar tanto vía sistémica como tópica. El flúor por vía sistémica será el que ingerimos en agua, en sal de mesa, pescado, verduras y hortalizas, etc. También podemos ingerirlo en gotas o pastillas de flúor.
En vía tópica, podemos encontrar el flúor en diferentes presentaciones como son en gel, en barniz, pasta dental, colutorios, chicles, etc. En la aplicación de gel y barniz son procedimiento que deberán ser realizados únicamente por el odontólogo a cargo.
El flúor es muy bueno para llevar a cabo la remineralización de los dientes, pero en exceso puede causar una “fluorosis” que son manchas en los dientes y en casos leves, serán de color blanquecino y en casos más graves, serán de color marrón debido al consumo o uso excesivo del flúor, por eso es muy importante acudir cada 6 meses a revisión dental con su odontólogo para corroborar que haya una buena salud bucal y evitar o prevenir enfermedades dentales.
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