Los alineadores invisibles son un tratamiento ortodóntico que consiste en férulas transparentes de plástico, que con una secuencia de ligeros movimientos ayudan a corregir los problemas de alineación de dientes y de mordida. Funcionan mediante la presión sobre los dientes y los va posicionando en su lugar poco a poco. Estos son totalmente removibles, sin metal y lo más interesante es que son 100% estéticos.
Para su óptimo funcionamiento del tratamiento, cada férula plástica debe usarse en un periodo de tiempo de 22 horas al día, durante 15 días, pasado este tiempo se cambia la férula para ir acoplando los siguientes movimientos. El número total de alineadores dependerá según sea el caso de cada paciente, y al finalizar el tratamiento se necesitarán usar retenedores como en cualquier tratamiento ortodóntico.
¿Quiénes pueden usar los alineadores invisibles?
Son recomendados para pacientes con apiñamiento leve o moderado, y muy probablemente no sean óptimos para pacientes con apiñamiento y falta de espacio severos. Sin embargo siempre dependerá del diagnóstico del ortodoncista en cargo.
¿Cuales son las ventajas de los alineadores invisibles?
🦷Su principal ventaja radica en que son estéticos y además cada alineador se diseña a la medida para cada paciente.
🦷 Son removibles para comer o beber y para realizar la higiene bucal de manera correcta.
🦷 No irrita las mejillas ni las encías como los brackets, lo que hace que sea más fácil mantener los dientes y encías limpias.
🦷 El riesgo de caries es muy reducido dado a su facilidad en la higiene al ser removidos.
🦷No hay limitaciones en cuanto al tipo de comidas, ya que no existen urgencias por despegamiento de brackets.
🦷Dentro de las desventajas podemos encontrar, que el hecho de que sean removibles lo hace una opción no tan buena si eres olvidadizo, ya que si no se usan las 22 horas mínimas el tratamiento no tendrá un efecto ideal y probablemente el resultado final no sea el que se espera.
¿Como es la planeación y ejecución del tratamiento?
El primer paso es realizar un diagnóstico con un ortodoncista para valorar si el paciente es candidato a este tratamiento. Seguido, se realizan estudios de imagen, el más importante el escaneo intraoral computarizado, que esto abrirá paso a realizar la planificación digital del tratamiento y se diseñan los movimientos para que los dientes logren la alineación deseada.
El siguiente paso es imprimir las férulas de plástico que ocupará el paciente durante y a lo largo del tratamiento. Se le entregan y colocan las férulas al paciente y se cambian cada 15 días, hasta utilizar todos los alineadores y terminar el tratamiento.
“El éxito del tratamiento radica en la disposición del paciente”.
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